Para la elaboración de este vino buscamos a lo largo del valle del Duero los suelos más frescos y ligeros, donde podemos encontrar la uva más aromática y una buena acidez. Viñas plantadas en vaso, pequeñas parcelas que hemos seleccionado por su pureza y el buen hacer de los viticultores de cada pueblo.
Tipo: Tinto
Tierra de Castilla León
Variedad: Tempranillo (tinto fino) 95%, Garnacha 2%, 3% Albillo, Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon
Grados: 14,5º
Vinificación: Nuestro respeto por el suelo y el carácter fresco y frutal que queremos destacar de este vino nos hace vendimiar cada parcela por separado, buscando siempre la madurez aromática y la preservación de la acidez natural.
La uva se vendimia en cajas y se selecciona en bodega racimo a racimo y grano a grano. El encubado es corto y a temperaturas contenidas para buscar una extracción mínima que nos permita preservar la parte más frutal y aromática del vino. Empleamos una parte de racimos enteros para potenciar la tensión en boca con el raspón en aquellos suelos en los que sea preciso, esto hace que la crianza sea una combinación de barricas de dos vinos, foudres de 1.200 y 5.000 L, y depósitos de hormigón, buscando afinar cada lote por separado hasta la mezcla definitiva en enero de 2020. Dada la finura inicial de esta añada 2018 la crianza en barricas de 225 y 600 L se redujo a tan sólo 6 meses, pasando otros 6 meses en foudres ( 1.200 y 5.000 L ) y finalizando la crianza en depósitos de hormigón para potenciar la parte más frutal y fresca del vino.
Tipo: Tinto
Tierra de Castilla León
Variedad: Tempranillo (tinto fino) 95%, Garnacha 2%, 3% Albillo, Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon
Grados: 14,5º
Vinificación: Nuestro respeto por el suelo y el carácter fresco y frutal que queremos destacar de este vino nos hace vendimiar cada parcela por separado, buscando siempre la madurez aromática y la preservación de la acidez natural.
La uva se vendimia en cajas y se selecciona en bodega racimo a racimo y grano a grano. El encubado es corto y a temperaturas contenidas para buscar una extracción mínima que nos permita preservar la parte más frutal y aromática del vino. Empleamos una parte de racimos enteros para potenciar la tensión en boca con el raspón en aquellos suelos en los que sea preciso, esto hace que la crianza sea una combinación de barricas de dos vinos, foudres de 1.200 y 5.000 L, y depósitos de hormigón, buscando afinar cada lote por separado hasta la mezcla definitiva en enero de 2020. Dada la finura inicial de esta añada 2018 la crianza en barricas de 225 y 600 L se redujo a tan sólo 6 meses, pasando otros 6 meses en foudres ( 1.200 y 5.000 L ) y finalizando la crianza en depósitos de hormigón para potenciar la parte más frutal y fresca del vino.
Nota de cata
El profundo y concentrado color de esta añada 2018 es característico del valle del Duero, pero la frescura de la añada se deja notar ya en la nariz, con aromas de frambuesa, moras y un fondo ligeramente especiado que potencia el carácter de fruta roja fresca. La entrada en boca es una explosión de frutos rojos, grosellas y frambuesas con un buen volumen desde el principio. Aparecen notas de moras y regaliz que dejan paso a una potente mineralidad y a unos taninos firmes pero muy domados, suaves. El final de boca es fresco, la acidez y la mineralidad tan destacadas de la añada se combinan para hacer que Sardón 2018 nos deje un paso de boca refrescante y muy sabroso.
Comentario del enólogo: No es necesario decantar este vino. Sus características de elaboración y crianza hacen que se pueda degustar desde el primer momento. Servir a una temperatura de 15ºC y dejar que el vino se abra progresivamente en las copas para disfrutar de todos los matices de este Sardón 2018.